Bogotá, 30 de marzo de 2020: Era un juego de niños con un propósito. Guiados por la organización de familiares colombiana Asociación de Desarrollo Integral para las Víctimas, ADIV, 40 niños cuyos familiares están desaparecidos utilizaron el arte y el juego para aprender sobre un cacique precolonial, los derechos humanos y las desapariciones.
El proyecto fue apoyado por la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, ICMP, a través de su programa de pequeñas subvenciones. En Colombia, ICMP ha concedido a 20 organizaciones de la sociedad civil subvenciones por un valor total de más de 300.000 dólares para facilitar los procesos de búsqueda, localización e identificación, y para apoyar a las familias con familiares desaparecidos.
En el caso de los niños y jóvenes que participaron en el proyecto de Pasto, en el sudoeste de Colombia, la vida familiar suele girar en torno a la búsqueda de los familiares desaparecidos. El proyecto los reunió para jugar, compartir experiencias y aprender. Los organizadores optaron por centrar el proyecto en el cacique precolonial local Capucigra, conocido por defender la zona local de las tribus invasoras.
“Nos dejó el legado de la defensa de los derechos de la vida, y por eso quisimos contarles a los niños su ejemplo, para que sean los líderes del mañana y nos sustituyan más tarde”, dijo la directora del proyecto, Rocío Granja.
Tras varios días de preparativos en noviembre y diciembre de 2019, los niños se vistieron con trajes construidos localmente que ellos mismos habían decorado y desfilaron en el Carnaval de Blancos y Negros, un importante evento celebrado en enero de 2020. Ilustraron la historia de Capucigra y honraron la memoria de los líderes regionales desaparecidos, al tiempo que destacaron la lucha que las familias con miembros desaparecidos enfrentan hoy en día.
Los niños se sintieron conmovidos por la experiencia, que les ayudó a comprender cómo las desapariciones forzadas afectan a muchas familias y fortaleció su determinación de continuar la búsqueda llevada a cabo por sus mayores, dijo Granja.
“Comprendieron que cuando nos roban a un ser querido y lo esconden, también nos roban una parte de nosotros. Porque con ellos se va nuestra alegría”, dijo.
Los días 13 y 14 de marzo, el proyecto terminó con un evento celebrado en Pasto durante el cual los niños participantes discutieron sus experiencias en el proyecto.
Photo credit: ICMP/Camilo Giraldo




